Está comprobado. Acabar de entrenar y lucir una luminosa sonrisa, no es ninguna casualidad. Según los resultados de un reciente estudio científico, la depresión y la ansiedad van unidas a la obesidad, el tabaquismo, la bebida y el sedentarismo. El ejercicio físico nos aleja de estos males y, por tanto, nos enfila en el camino de la felicidad.
La depresión y la ansiedad están asociadas con la obesidad y con hábitos poco sanos, como fumar, beber o llevar una vida sedentaria, según un estudio realizado por investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.La depresión y la ansiedad son condicionantes de salud mental bastante serios que carecen de tratamiento para afrontar su evolución hasta lo crónico. Es importante tomarse la depresión y la ansiedad en serio y buscar tratamiento médico cuando sea necesario.
En el estudio analizaron los datos de unos 217.000 adultos estadounidenses que participaron durante 2006 en una gran encuesta telefónica. El 8,7 por ciento de los participantes reconoció estar deprimido en aquel momento, el 15,7 por ciento tenía un historial de depresión y 11,3 por ciento tuvo un episodios de ansiedad en algún momento.
Los resultados demostraron que los adultos que estaban deprimidos en ese momento o con diagnósticos anteriores de depresión eran un 60 por ciento más propensos de ser obesos y el doble de posibilidades de fumar que aquellos sin episodios de depresión. Aquellos con ansiedad demostraron ser un 30 por ciento más propensos a sufrir obesidad y tener el doble de posibilidad de fumar que los que no tenían ansiedad.
Los pacientes con depresión y ansiedad además eran más propensos que el resto a llevar un estilo de vida sedentario y a cometer excesos con la comida o la bebida.
Vía | runners