Salir a practicar deporte en verano puede acarrear algún que otro disgusto con el sol, y es que es necesario que nos protejamos. Uno de los principales pasos que debemos seguir es proteger nuestra piel con crema solar que debemos aplicar como mínimo media hora antes de salir a la calle a practicar deporte, pues es la mejor manera de que el cuerpo la asimile y realice el efecto protector necesario.
En el caso de practicar deportes acuáticos como la natación, la protección que utilicemos para la piel debe ser más alta y resistente al agua, ya que éste actúa como una lupa y los efectos del sol se magnifican dentro del agua apareciendo las quemaduras mucho más rápido que si estuviésemos al aire libre. El principal problema es que no nos damos cuenta a causa de que el agua disminuye la sensación de quemazón que nos sucede al aire libre.
Debemos utilizar protección aunque el cielo esté nublado. Cuando esto sucede normalmente solemos pensar que el sol no nos afecta, y por eso no nos protegemos con cremas, cuando realmente el 85% de los rayos solares sigue actuando a pesar de que el sol esté tapado por nubes. Por ello es necesario que no bajemos la guardia y sigamos protegiéndonos en estas situaciones.
Después de haber realizado actividad bajo el sol y habiendo puesto las medidas necesarias para evitar los efectos nocivos del sol, es importante que sigamos hidratando la piel con alter sun que nos ayudará a relajar la piel, pues la hidrata y calma después de la actividad banjo el sol.
Ni que decir tiene que durante la práctica deportiva es fundamental que mantengamos la piel hidratada además de protegida. La mejor forma de hacerlo es ingiriendo líquidos tanto antes como durante y después de la actividad. Una correcta hidratación nos ayudará a mitigar los efectos que el sol tiene sobre nuestra piel, además de ayudarnos a reponer los líquidos que perdemos a través de la sudoración.
Vía | vitonica